‘Mindhunter’: Rostros detrás de la segunda temporada

Después de casi dos años de espera finalmente hemos podido ver la segunda temporada de Mindhunter, serie producida por David Fincher y Charlize Theron. La historia continúa con las investigaciones de los agentes Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany) en su recorrido a lo largo de Estados Unidos para entrevistar a algunos de los asesinos más peligrosos de la historia y dilucidar las motivaciones de sus atroces actos.

En la temporada pasada uno de los mayores atractivos fue el apego de la serie por retratar con fidelidad algunas de las entrevistas reales a estos homicidas múltiples, haciendo de la simple crudeza de sus confesiones algo mucho más perturbador que ver el propio crimen en sí.

Muchos se preguntarán por la exactitud con que se representan los eventos de esta nueva temporada. Aquí mencionamos algunos de sus personajes más relevantes y cómo su aparición ha afectado el desarrollo de la trama. 

 

Los investigadores

Quizás esto no sea nuevo para muchos, pero por si necesitaban un recordatorio o nunca se tomaron la molestia de investigarlo: los protagonistas de la serie son personajes ficticios que están libremente inspirados en agentes reales del FBI. 

Ford está basado en John E. Douglas y Tench en Robert Ressler. Ambos comienzan su colaboración de manera parecida al argumento de la serie; dando conferencias de capacitación a cuerpos policiales en el interior de los Estados Unidos sobre criminales sexuales violentos.

Luego comenzaron un proyecto independiente que consistía en realizar entrevistas a varios de estos asesinos, consolidando la práctica de realizar perfiles criminales dentro de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI, en donde Ressler acuñó por primera vez el término “asesino serial” y sus clasificaciones todavía vigentes: “organizado” y “no organizado”.

Las vidas privadas de estos agentes no guardan casi ningún parecido con sus contrapartes ficticias, aunque sí coinciden en varios puntos de su carrera profesional. Es importante mencionar que Douglas, al igual que Holden Ford, también comenzó a sufrir ataques de pánico casi en el mismo periodo en el que se desarrolla la segunda temporada.

 

Edmund Kemper: El asesino de colegialas

Técnicamente un personaje clave de la temporada anterior deMindhunter, pero aquí hace una breve reaparición. Como se muestra en los primeros episodios, las entrevistas realizadas a Kemper fueron apenas el inicio para entender a este tipo de criminales: muchos de ellos con historiales de maltrato animal e infancias sumamente conflictivas, abusados por sus progenitores. 

Kemper asesinó a sus abuelos en 1964 con apenas 15 años y fue dado de alta de la clínica de salud mental a los 21, pese a las recomendaciones psiquiátricas. Se le diagnosticó paranoia esquizoide (además de un coeficiente intelectual de más de 140). 

Entre el 72 y 73 fue su periodo más “prolífico”, pues mató a cinco universitarias y una estudiante de preparatoria. Todo terminaría después de entregarse voluntariamente a las autoridades y confesar el asesinato de su propia madre y a la mejor amiga de ésta. Hoy todavía cumple cadena perpetua.

 

Charles Manson: la masacre de Cielo Drive y los asesinatos LaBianca

Una de las figuras más anticipadas desde la primera temporada fue la de Charles Manson, curiosamente interpretado también por Damon Herriman (quien hace lo propio en Once Upon a Time in Hollywood). Mediáticamente fue uno de los asesinos más importantes de la cultura popular y guarda la particularidad de no haber participado directamente en los eventos que lo hicieron infame. 

La historia es conocida: Charles Manson, carismático líder de una secta hippie convence a sus adeptos Tex Watson, Susan Atkins y Patricia Krenwinkel de realizar una matanza el 8 de agosto de 1969 en el número 10050 de Cielo Drive en Los Ángeles, residencia de la actriz embarazada de 8 meses, Sharon Tate, y otras cuatro personas.

La orden de Manson según fue “destruir de la manera más horrorosa a todos los que estuvieran en la casa” y un día después, disgustado por el modus operandi de la noche anterior, obligó a otros miembros de su “familia” a matar nuevamente. En esa ocasión las víctimas fueron el matrimonio de Leno y Rosemary LaBianca.

Todo este caso es complejo y las motivaciones hasta hoy son casi incomprensibles: la versión “oficial” explica que Manson ordenó dichos asesinatos para culpar a miembros de las Panteras Negras y crear un conflicto racial que comenzaría el apocalipsis (vaticinado en las letras de las canciones del White Album de los Beatles) y darle la oportunidad a su familia de repoblar y gobernar el mundo. 

Así lo explicó el fiscal Vincent Bugliosi, quien lo recopila en su libro Helter Skelter. También hay otras teorías como que Manson en realidad quería mandar un mensaje al gremio musical para que lo tomaran en serio e impulsar su carrera artística. 

Obviamente la serie no es capaz de ofrecer respuestas que nadie tiene, pero presenta las dos versiones contadas por el propio Manson y Tex Watson. Incluso se recrea el hecho de que Manson en sus aires de grandeza siempre buscaría plataformas para estar en una posición superior a la de sus interlocutores, algo que hizo con el propio John E. Douglas.

 

El monstruo de Atlanta 

(Spoilers del final de temporada)

Pero esta temporada de Mindhunter no se enfoca tanto en Manson como se esperaba y en su lugar se centra más en los infanticidios de Atlanta que duraron entre 1979 y 1981. En este periodo fueron encontrados los cadáveres de 28 personas afroamericanas, en su mayoría menores de edad. 

Es un caso controversial y con heridas todavía abiertas para muchas de las familias involucradas debido a que el acusado, Wayne Williams, sólo pudo ser culpado por dos de los asesinatos y la investigación se paralizó casi por completo después de su arresto. Esto ha llevado a especular que Williams quizás sea inocente o no haya estado involucrado en todos los crímenes que se le atribuyen.

La serie hace un gran trabajo recreando momentos claves de la investigación y todas las razones que llevaron al perfil realizado por John E. Douglas en la búsqueda de sospechosos. Al igual que Holden Ford, Douglas fue un consultor externo del FBI en Atlanta, aunque no era el único caso en el que se encontraba trabajando en ese momento.

La cantidad de detalles en relación a las pistas, percepción de los medios, tensiones políticas y planes de captura compaginan casi a la perfección con la cronología de los acontecimientos reales, siendo quizás lo más parecido que tendremos a una secuela espiritual de la película Zodiac de David Fincher.

 

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BTK: Dennis Raider

Un misterio que ha perdurado y se ha venido anticipando desde la primera temporada es la aparición de B.T.K, Dennis Raider, el asesino serial que tenía una fascinación sexual por vestirse con la ropa de sus víctimas y recrear en fotografías o videos las posiciones que les obligaba a hacer. 

Su apodo viene de las iniciales de Bond (Atar), Torture (Torturar) y Kill (Matar) y fue adoptado por él mismo cuando comenzó a comunicarse con la prensa para presumir de sus logros, tal como lo han hecho muchos otros asesinos seriales famosos. Su arresto ocurrió en el 2005, es decir, dos décadas después de los eventos de Atlanta y es debido a los largos periodos “fríos” que Raider se tomaba entre sus cacerías. 

En la serie se han sembrado pistas falsas en relación a la identidad de B.T.K. Cuando los investigadores en sus diálogos afirman que “no va a la iglesia” o “no es posible tener trabajo estable si se dedica esto”. En realidad, lo más sorpresivo en su momento fue que Raider era una figura importante en su comunidad que asistía regularmente a la iglesia luterana con su matrimonio de más de 30 años y dos hijos.

Por Luis Daniel de León

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