Ni tú ni yo, los enmascarados regresan a la pantalla grande

Estreno: Ni tú ni yo, ¡ya en cines!

Director: Noé Santillán-López

Actúan: César Rodríguez, Mauricio Argüelles y Ana Paula Martínez

⭐⭐

Sinopsis

El Halcón Negro (Argüelles) se convirtió en el luchador más popular del país gracias al apoyo de su hermano (Rodríguez), pero éste fue también el responsable de su declive. Después de varios años de estar separados y con una inminente quiebra, los hermanos deberán limar asperezas para trabajar nuevamente juntos.

Los enmascarados regresan a la pantalla grande, pero no con luchadores emblemáticos como ocurrió hace algún tiempo y sin monstruos de por medio. La nueva película de Noé Santillán-López (Purasangre) parte, más bien, de dos personajes desconocidos en la realidad y de un tono cómico para desarrollar una crisis familiar y hablar de las segundas oportunidades.

En Ni tú ni yo, el cineasta te sumerge en el ambiente luchístico a partir de un guion escrito por los mismos protagonistas de esta historia, Mauricio Argüelles y César Rodríguez. Ésta parte de un momento crítico en la carrera como luchador de Guadalupe “El Halcón Negro” (Argüelles), situación a la que llegó debido a la traición de su ambicioso hermano y manager, Gabino (Rodríguez), quien permanece desaparecido.

Durante una batalla determinante para el enmascarado técnico, la reaparición de su hermano propicia su derrota y pierde lo último que le quedaba, razón por la cual, junto con su hija Giovanna (Ana Paula Martínez), debe regresar a casa de sus padres para comenzar de cero.

La comedia salta al cuadrilátero a partir de esta convivencia obligada, aunque no cae bien parada sobre la lona. Si bien provocan algunas risas las dinámicas entre los hermanos, la ríspida relación de los padres y los flashbacks de las travesuras infantiles —serán especialmente divertidas para quienes gustan de lo escatológico—, el efecto de dichas situaciones disminuye ante su reiterado uso; pasado la mitad del filme ya sabes los parlamentos o acciones que se ejecutarán a fin de causarte gracia.

Debido a la fórmula de su argumento y sus diálogos que llevan a tu imaginación hacia lugares muy específicos, igualmente es fácil adivinar la resolución que darán los hermanos a su cúmulo de resentimientos y su aparente fracaso profesional. Narrativa y cinematográficamente, no es una cinta que tenga algo que ofrecerte o elementos con qué sorprenderte.

Sin embargo, Ni tú ni yo resulta entretenida gracias a lo espectacular de sus secuencias en las arenas. Santillán-López, apoyado del diseñador de producción Juan Carlos Castillo, sabe con qué elementos sumergirte en el ambiente luchístico: desde llaves y quebradoras —que lucen gracias a la fotografía de Mario Gallegos, quien te pone incluso sobre la lona—, hasta los personajes incidentales para la trama pero indispensables en la afición de la lucha libre.

El carisma de la pequeña Ana Paula Martínez y la química entre Argüelles y Rodríguez, sumado al nivel de comedia de José Semafi y Norma Angélica, contribuyen a que todo fluya y pases un rato entretenido, siempre y cuando no te tomes todo muy en serio.

Veredicto

Ni tú ni yo es para una tarde relajada en el cine. Es una opción para liberarte del estrés de la semana y el pretexto para llevar a tus papás a ver una película entretenida. No merece un cinturón de campeonato, una máscara o una cabellera, pero sus secuencias de lucha te harán pasar un buen rato, incluso algunas resultan emocionantes.

Por Anaid Ramírez

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