Reseña ‘Coco’: Procura llevar a tu amigo extranjero y entrar con pan de muerto













Sinopsis 

Miguel es un niño que sueña con convertirse en músico pero su familia se opone a ello. Cuando el Día de Muertos llega, un encanto cae sobre él y comienza una aventura por la Tierra de los Muertos, donde conoce a sus antepasados, al ocurrente Héctor y al legendario Ernesto de la Cruz. 

Levante la mano aquél mexicano que sintió desconfianza cuando Pixar y Disney anunciaron que retomarían nuestra tradición del Día de Muertos para hacer una animación muy a su estilo. Ese temor seguro aumentó cuando, un par de años después del aviso, el paisano Jorge R. Gutiérrez estrenó una animación acerca del mismo tema, impulsado por la producción de Guillermo del Toro: El libro de la vida, cuyo resultado dejó puesta la vara muy alta para las dos compañías.

Coco —título que se le asignó al filme luego de una controversia por el intento de Disney para hacer de Día de los Muertos una marca registrada— está lista para estrenarse poquito antes de que nuestros difuntos comiencen a seguir el camino de cempasúchil y degusten los platillos de la ofrenda.

Cine ya la vio y debes saber que no te decepcionará. Efectivamente, la trama no es muy distinta a la propuesta que en 2014 presentó Gutiérrez: un joven, deseoso de convertirse en músico y dejar a un lado el oficio familiar, por azares del destino emprende un viaje a la tierra en la que habitan los muertos que todavía son recordados en el mundo de los vivos. En este caso, te toca seguir los pasos y travesuras de Miguel Rivera (Gómez Jaramillo), un niño —con un lunar junto a la boca, cielito lindo— que bolea zapatos en el pueblo para así comenzar a relacionarse en el negocio familiar, la zapatería. Sólo que hay una situación: el chico no quiere dedicarse a eso, más bien sueña con ser guitarrista como su ídolo Ernesto Santa Cruz —una mezcla entre José Alfredo Jiménez y Pedro Infante.

Luego de un mágico encuentro con una guitarra, Miguel aparece en la Tierra de los Muertos y de esa forma comienza un viaje para encontrar a Santa Cruz (Solís), tratar de comprender la resistencia de su familia a la música y regresar con los humanos, todo con la ayuda de su perro xoloitzcuintle y un muertito llamado Héctor (García Bernal) dispuesto a hacer lo imposible —incluso disfrazarse de Frida— con tal de pisar una ofrenda.

Lo que hará que no olvides fácilmente esta versión del Día de Muertos es la forma en la que Unkrich y Molina impregnan cada detalle con el espíritu mexicano. Es vidente que aprovecharon bien sus días de investigación de campo en Oaxaca, Michoacán y Guanajuato. Esto lo verás en la introducción, una breve historia acerca de la familia Rivera contada a través de colorido y maleable papel picado; en aspectos de los escenarios, con las calles empedradas y los postes de madera que custodian las casas de adobe. Y también en el retrato de la dinámica de las familias mexicanas, como la chancla voladora de tu mamá.

Espérate también a los créditos. La calidad de la animación quizá era lo único de lo que no dudabas tras el anuncio de la filmación de Coco y, como imaginarás, estabas en lo correcto. Los colores y texturas —como es el caso de los pétalos de cempasúchil o las arrugas de Mamá Coco— te envuelven en el mundo de los vivos y luego de los muertos. La parte musical igualmente hace sus aportaciones; hay un ligero cambio de ritmos y sonidos que acompañan a Miguel en su transición al más allá.

Si has escuchado el tema principal, quizá no te parezca relevante por ahora pero cobra relevancia tras ver el filme. Pese a que hay un momento, luego de transcurrir el primer cuarto de la cinta, en el que piensas que no ocurrirá mucho con el pequeño héroe o tardará en pasar algo interesante, y que las vueltas de tuerca pueden predecirse fácilmente, Coco es un viaje que te gustará emprender. Seguro Héctor y Miguel se ganarán un lugar en la ofrenda. 

Veredicto 

La disfrutarás vayas con niños o sin ellos. Aunque no te sorprenderá la trama, sí lo harán los detalles de la animación y del retrato de la cultura mexicana. Sólo le falta ser proyectada en 4DX, seguro el ambiente olería a tierra mojada, incienso y cempasúchil. Procura llevar a tu amigo extranjero y entrar con pan de muerto en lugar de palomitas.