Reseña ‘Rodin’: Jacques Doillon se muestra limitado











A esto es a lo que se le llama desperdiciar una excelente oportunidad. Y es que no hay duda de que la vida del escultor Augusto Rodin resultaba ideal para explotar en pantalla grande: la creación de sus obras más representativas, su enfermizo afán de atender sexualmente tanto a modelos cómo asistentes y su intenso romance con Camille Claudel.

Sin embargo, el director Jacques Doillon no sólo se muestra limitado en el manejo del lenguaje cinematográfico, además parece haber cargado una tremenda pereza a la hora de abordar asunto. Rodin es una aburrida combinación de panfleto con algunos desnudos y secuencias históricas que parecen una monografía de papelería. No negaremos que es en las actuaciones y en su elegante montaje donde esta película tiene lo más rescatable.