Suspiria, la perfección siempre demanda un sacrificio
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Suspiria ¡Ya en Cines!
Director: Luca Guadagnino
Actúan: Dakota Johnson, Tilda Swinton, Malgorzata Bela, Chloë Grace Moretz, Angela Winkler y Doris Hick, Lutz Ebersdorf
Duración: 153 minutos
★ ★ ★ ☆ ☆
Sinopsis
Berlín, 1977. Susie Bannion (Johnson) se une a un grupo de baile femenino dirigido por la coreógrafa Madame Blanc (Swinton), quien está bajo investigación del Dr. Klemperer (Ebersdorf) que busca a la bailarina a quien Susie reemplazó (Moretz).
Berlín, 1977. Susie Bannion (Dakota Johnson) se une a un grupo de baile femenino dirigido por la coreógrafa Madame Blanc (Swinton), quien está bajo investigación del Dr. Klemperer (Ebersdorf) que busca a la bailarina a quien Susie reemplazó (Moretz).
La noción de hacer un remake de Suspiria (1977), la obra maestra de Dario Argento, parece perversa, la trama original tiene una historia mínima y es recordada por su estilo abrumador.
Es una sinfonía de rock progresivo de horror, con efectos de colores vibrantes y música martillante, pero su guion es menos sofisticado que la película para televisión Satan’s School For Girls (1973) que tiene más o menos la misma historia.
«Existen “Tres madres» perdidas en el tiempo, antes de todo invento cristiano. Madre Tenebrarum, Madre Lachrymarum y Madre Suspiriorum. Oscuridad, lágrimas y suspiros.»
La Suspiria de Dario Argento no sólo es inigualable, como casi todas la películas de horror aptas para remake, sino inaccesible. En el ciclo de los remakes sólo la Psycho (1998) de Gus Van Sant parece tan demente como la Suspiria (2019) de Luca Guadagnino, lo cual es quizá lo más admirable de ella.
Sabiamente Guadagnino ni siquiera trata de imitar a Argento; su historia se desarrolla en el año en que se estrenó la original, pero enfatiza la política de la época cambiando el escenario de una ciudad en el Bosque Negro atormentada por la alquimia medieval a una Berlín monótona, gris y dividida.
El personaje de Suzy de la cinta original de Dario Argento (Jessica Harper, quién tiene un cameo en esta) llegó en una tormenta de cuento de hadas con destellos de luces expresionistas, pero la Susie de Guadagnino (Dakota Johnson) sólo camina fatigosamente bajo una llovizna interminable.
Argento eligió a Joan Bennett y Alida Valli, íconos de Hollywood y Europa, como amantes de la danza embrujada, mientras que Guadagnino llena su aquelarre con figuras sorprendente de pose de catálogos pasados de Derek Jarman, Rainer Werner Fassbinder y Paul Verhoeven: Tilda Swinton, Angela Winkler, Ingrid Caven y Renée Soutendijk.
Es evidente la cinta no funciona del todo — recién estrenada Call Me By Your Name (2018) Dario Argento debió hacer un remake de ella con escenas de 20 minutos de asesinatos a cuchilladas— ya que Luca Guadagnino no sabe crear suspenso o no le interesa esa mundana cuestión comercial.
Hay escenas enteras de explicaciones y comentarios editoriales, y luego vistazos perturbadoramente divertidos de actividades fraternales extrañas, esta es una película exclusivamente de mujeres —hasta el protagonista masculino es una mujer— sangrando en escándalos de horror que se introducen en la narrativa como los números de canto y baile en un musical.
«Aquella que recide aquí… la que está por llegar, ¿Por qué todos están tan decididos en pensar que lo peor ya terminó?»
De hecho, las principales secuencias de horror se intercalan con, o surgen de, interpretaciones de vanguardia.
Guadagnino y el guionista David Kajganich tocaron casi todos los ritmos de la historia original pero con un énfasis distinto y ciertos trucos que involucran al personaje de Dakota Johnson.
Hay razones por las que Susie es un misterio y Madam Blanc la siniestra directora de danza (Swinton) no es una villana claramente definida pero pocos permanecerán lo suficientemente interesados en la delgada historia para que les importe el inteligente golpe del final.
Veredicto
Esta no es una atrocidad del nivel de Halloween (2007) de Rob Zombie pero es un horror que pondrá más a prueba tu paciencia que tus nervios.
