Angry Birds 2: La película – reseña

Angry Birds 2: La película, una animación que comienza lento pero termina convirtiéndose en diversión colorida.

 

Director: Thurop Van Orman

Voces: Rubén Cerda, Eugenio Derbez, Bazooka Joe

Duración: 96 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

 

Sinopsis

La guerra de bromas entre Bird Island y Piggy Island está aumentando, pero cuando una tercera isla cubierta en hielo pone en riesgo ambos paraisos, el rey cerdo Leonard sugiere una tregua para que Red , Bomb, Chuck y Silver se unan a la misión para nulificar el peligro.

Si Judd Apatow estuviera creando un dramedy live-action sobre la vida, el amor y salir adelante, no podría mejorar el elenco de The Angry Birds 2: Eugenio Derbez, Faisy, Bazooka Joe, Rubén Cerda y Regina Orozco.

En lugar de eso, esta colección de talentos aparece en la secuela de la película original de 2016 inspirada por una popular app de juegos donde catapultas pájaros para tumbar a tres cerditos verdes. Sin fijarse en los grilletes de sus orígenes, el nuevo filme de Thurop Van Orman es más disfrutable y divertida que su antecesora, aunque todavía le falta la habilidad narrativa de Pixar o Laika.

Como podrías esperar de una película sobre aves que no vuelan, no despega desde el principio. Después de una frenética secuencia de créditos que lanza un montón de chistes a la pantalla para ver qué pega (respuesta: no muchos), emerge una premisa sencilla.

Tanto Bird Island como Piggy Island están bajo el ataque de Eagle Island, liderada por el ave púrpura Zeta, quien usa una súper arma tipo volcán para lanzar bombas de hielo a las comunidades aviares y porcinas. Su plan es usar las dos islas para escapar de sus helados alrededores para sus vacaciones.

El rey cerdo, Leonard, sugiere una tregua a Red, el héroe de la primera película, quien tarda en aceptar el trato porque si no hay una guerra, no puede ser el héroe y perderá su recién ganada popularidad. Pero al ver la oportunidad de llevarse la gloria de nuevo, acepta hacer equipo con los Cerdos para terminar con las Águilas.

En general, tiene varios puntos débiles: Red y sus amigos Bomb y Chuck no son los mejores protagonistas, los escenarios son muy planos y es predecible el enfrentamiento entre Red y la súper inteligente y geek Silver.

Las cosas mejoran mucho cuando Angry Birds 2 se transforma en una película de Pájaros y Cerdos en una Misión, con un equipo variopinto tratando de infiltrar la isla de Zeta para deshabilitar su súper arma. Aquí tenemos una secuencia para formar al equipo, las instrucciones de la misión, una peculiar escena de ópera cantada en un submarino, Garry el gurú de los gadgets y muchas tomas colgando estilo Ethan Hunt.

De forma paralela al lío principal, está la subtrama de tres polluelos que tienen que recuperar tres huevos que se fueron flotando por el mar —esto requiere una ballena enorme, un viaje a las estrellas y una serpiente atemorizante—.

Eventualmente, y tal vez de manera conveniente, termina estrellándose con la trama principal, pero tiene la cualidad de un buen corto autocontenido, tomando una idea absurda y divirtiéndose con ella.

El asalto obligatorio a la cultura pop incluye The Great Escape, Dawson’s Creek, “Space Oddity” de David Bowie, y “Axel F” de Harold Faltermeyer. Mientras que los mejores momentos involucran una marioneta púrpura gigantesca en forma de águila con funciones de caballo de Troya y una escena que termina con más trancazos que la escena del baño de Mission: Impossible — Fallout.

Junto con los brochazos frenéticos, hay también pinceladas de humor; Zeta escribe un libro llamado Crazy Rich Avians, hay un pájaro mimo francés y se anuncia una divertida recompensa por una configuración de perro congelado.

A diferencia del cuestionable mensaje para los niños de la primera —cuídate de los extranjeros; está bien enojarte a veces—, Angry Birds 2 se mantiene en un terreno más seguro deconstruyendo la heroicidad machista (Red acepta que Silver sea el cerebro del atuendo) y argumentando persuasivamente que las cosas son siempre mejores cuando trabajamos juntos. En estos tiempos turbulentos, ¿quién no estaría de acuerdo?

Veredicto

Alejándose de los confines de la app, The Angry Birds Movie 2 comienza lento pero termina convirtiéndose en diversión colorida.

Por Ian Freer

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