WiFi Ralph, o cómo darle vida al internet

WiFi Ralph, ¡ya en Cines!

Directores: Phil Jonston y Rich Moore

Voces: John C. Reilly, Sarah Silverman, Gal Gadot, Taraji P. Henson, Jack McBrayer, Jane Lynch, Alan Tudyk, Alfred Molina, Ed O’Neill, Ali Wong, Horatio Sanz, Diana Agron, Tim Allen, Anthony Daniels, Vin Diesel, Nicole Scherzinger, Kristen Bell, Mandy Moore, Idina Menzell

Duración: 118 minutos

★ ★ ★ ★ ☆

Sinopsis

Seis años han pasado desde que Ralph y Vanellope se hicieron amigos pero algo amenaza el juego de la pequeña por lo que ambos tienen que ir de viaje al Internet recién instalado en las maquinitas en donde ambos viven. Pero el Internet es un lugar peligroso, principalmente para la autoestima y consecuentemente para la amistad.

Aunque la primera parte de WiFi Ralph es algo sosa, tuvo muchísimos seguidores que vieron con alegría la oportunidad de volver a convivir con estos personajes.

Ralph y Vanellope tienen seis años de amistad, que suena bonito pero la rutina empieza a mermar el ánimo, principalmente en la pequeña Vanellope que desde que la conocimos busca aventuras y velocidad sin fin.

Ralph está feliz con la monotonía y la celebridad que obtuvo en la primera película pero lo que lo tiene más contento es su amistad con la corredora que es lo que lo valida principalmente ante sí mismo.

Lo único que rompe la rutinaria vida de los personajes de los juegos es la llegada del Internet al local.

El Demoledor intenta entonces hacer la vida de su amiga menos monótona y le reconfigura su pista de carreras habitual en el juego Sugar Rush que ya se sabe ella de memoria y que gana con los ojos cerrados. Al intentar la desviación de Ralph, la pequeña piloto descompone el volante de su juego físico en las maquinitas del Señor Litwak.

La ruptura del juego y la imposibilidad de Litwak para arreglarlo pone en peligro la estancia de Vanellope en las maquinitas y, consecuentemente, la única felicidad que Ralph Conoce así que este último decide viajar al Internet para comprar el volante roto en Amazon, obvio hasta allá lo acompañará su compañerita miniatura.

En el Internet es donde se encuentran abigarradas el mayor número de referencias de la película. Tantas son las referencias que aquí es donde peligra la cinta en cuanto al verdadero significado que porta. Uno muy importante y perfectamente representado aquí por los directores.

En primer lugar es necesario apreciar la relación casi tóxica que tiene Ralph con Vanellope, en la que el valor que el Demoledor siente hacia sí mismo, depende por entero de la relación con la pequeñita.

Ya en el Internet, Vanellope conoce a Shank, la piloto estrella del juego de Slaughter Race, que bien puede ser un modelo a seguir, como una hermana mayor, hermosa y peligrosa, Shank le hace pensar en todas las aventuras que se está perdiendo en las maquinitas cuando en el juego de la chica tiene acceso a aventuras ilimitadas.

Mientras tanto Ralph ha tenido que hacer de todo, literal, para que, mediante videos virales, consiga el dinero para el volante de Sugar Rush. Cuando lo logra, el gigantón descubre que lo único que lo sostiene, la amistad de la pequeña piloto, peligra porque ella definitivamente quiere quedarse con Shank en Slaughter Race.

Aquí radica la genialidad de la película ya que el ardido Ralph recurre a un virus de computadora que hace lo que el Internet hace en la vida real; toma las inseguridades más profundas del usuario y las multiplica, las amplifica y las transforma en un ente capaz de terminar con el Internet y con todo lo que lo rodea.

Así que Ralph esta vez no sólo tiene que lidiar con su falta de amor propio e inseguridad sino que tiene que evitar que su virus acabe con todo, principalmente con su amiguita a quien tanto ama y necesita.

Veredicto

Vale muchísimo la pena apreciar el profundo esfuerzo por hacer significativa WiFi Ralph además de sólo buscar referencias y admirar el enorme y fabuloso cast que presta su voz para esta maravilla, dese Anthony Daniels hasta TODAS las princesas de Disney.

Por César Hernández

No te pierdas la entrevista que nuestro colaborador Mario Szekely realizó con Rich Moore y Phil Johnston, los directores de la cinta.

 

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