‘Lady Bird’: El referente de la juventud millennial dentro del séptimo arte














SINOPSIS
Son los inicios de los dosmiles y la adolescente Christine (Saoirse Ronan) está en busca de aventuras y oportunidades —personales y profesionales—, aunque eso implique estar en un permanente estira y afloja con su madre.

Sí, la adolescencia es la flor de la juventud en donde todo es frescura y divertimento, pero también atraviesas momentos en los que nada te parece, todo es confusión, intentas hallar tu sendero en la vida y una identidad. En esa etapa está Christina (Saoirse Ronan), una chica de 17 años a quien, por petición de la propia chica, tanto en la casa, como en la escuela, todos se dirigen a ella como “Lady Bird”. 

La protagonista ha vivido toda su vida en Sacramento, California, y estudia en un colegio católico. Sin embargo y, como muchas chicas de su edad, ella quiere conocer el mundo e ir a donde vibra la cultura. Ahí están sus sueños y anhelos, pero en su búsqueda tendrá que saltar, rodear y hasta pegarle a una madre sobreprotectora (Laurie Metcalf). Además, irá conociendo a aquellos amores que la definirán y dejarán huella en su vida; amistades que tendrá que aprender a valorar y separar.

En su debut como cineasta, Greta Gerwing —actriz que seguro recuerdas por Frances Ha— cuenta su relato desde la cotidianidad, desarrollándose en 2003, época en la que la también guionista era una adolescente buscando satisfacer sus inquietudes artísticas.

Los tintes autobiográficos son latentes y con la ayuda de Saoirse Ronan con una interpretación desenfadada y fresca, el filme consigue ser efervescente, irónico, ríspido y con todo el potencial para convertirse en el referente de una generación joven, aquella que se caracteriza por estar siempre insatisfecha, pero que al mismo tiempo le cuesta terminar de comprometerse con todo.

Con dos nominaciones al Óscar a cuestas, Saoirse Ronan logra un buen trío —en el mejor de los sentidos y dejando espacio para el
espíritu santo— con Lucas Hedges y Timothée Chalamet, quienes se convirtieron en las grandes revelaciones de Manchester By The Sea y Call Me By Your Name, respectivamente. Lady Bird les da el chance de concretarse como promesas del cine y se crecen ante la oportunidad, cada uno con un papel diametralmente opuesto a lo interpretado en los filmes antes mencionados.

La cereza en el pastel es Laurie Metcalf, quien hace un binomio deslumbrante con Ronan. Ambas delinean a la perfección la relación amor-odio entre madre e hija. 

VEREDICTO 
Para que la vean los millennials y los papás de los millennials. No te la pierdas si te gustan los relatos cotidianos que te permiten conectar fácilmente con los personajes y las situaciones que
atraviesan. En su sencillez radica su grandeza, los diálogos se mueven con inteligencia, ironía y emotividad.