Under the Silver Lake, del director de It Follows

Con Under the Silver Lake, el director de It Follows, David Robert Mitchell, entrega uno de los estrenos más interesantes aunque con una difusión discreta.

 

Director: David Robert Mitchell

Actrúan: Andrew Garfield, Riley Keough, Grace Van Patten

Duración: 139 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

 

Sinopsis

La ociosa vida del soñador Sam (Garfield) se pone en movimiento cuando descubre que una de sus vecinas desaparece y decide investigar el caso.

Aunque instalada en la City of Stars —con todo y Griffith Observatory—, Under the Silver Lake no podría ser más opuesta a La La Land. Y si bien hace referencia al barrio donde Walt Disney instaló su primer estudio, es una de las películas menos Disney que verás este año.

Más que un musical rendido al jazz y al romance color de rosa, la nueva cinta de David Robert Mitchell (It Follows) se hinca ante las canciones distorsionadas, llenas de sintetizadores y mensajes ocultos… Y a los cultos también.

Cinéfilo por lo que sus pósters y charlas con su madre dejan ver, Sam (Andrew Garfield) no sueña en convertirse en una estrella hollywoodense, es más bien un nini obsesionado por los códigos escondidos y que va atrasado con la renta.

Cuando una de sus vecinas desaparece, Sam decide interrumpir su vida sedentaria para investigar el caso. Y sigue la supuesta relación que eso tiene con unos mensajes subliminales, llevándolo hacia un laberinto onírico y pesadillezco que involucra a la gran industria del cine y la musical.

Y es que por alguna razón Sam cree que la desaparición de su nueva amiga puede resolverse a través de las letras de las canciones de un grupo musical, las pistas de unas “estrellas fugaces” del cine, el autor de un cómic y un culto religioso, cuyos integrantes no sólo adoran las mismas ideas sino también las vestimentas —todos portan ropas setenteras, lo que permite a nuestro protagonista resaltar del resto gracias a sus playeras con estampados poperos—.

Mitchell recurrió de nuevo al fotógrafo Mike Gioulakis y al diseñador de producción Michael Perry. Por eso logra una estética y ambientación muy similar a It Follows. Under the Silver Lake se siente como un rompecabezas postmoderno muy al estilo de Mulholland Drive. Empiezas en una búsqueda —en este caso no de una identidad sino de una persona tal cual—, de un momento a otro pasas a un número musical revelador. Luego apareces de nuevo en casa tratando de armar las piezas, sólo para después encontrarte con personajes instantáneos, entre mitológicos y buñuelerianos.

Intencionalmente, el nuevo filme de Mitchell no sigue un camino en ascenso, sino uno en zigzagueo. Y aunque el cineasta tiene muy claro hacia dónde quiere llegar con ese trazo, la trama se pierde de momentos en ese ir y venir. La resolución final termina siendo más explicativa que sorpresiva.

Pese a ese desliz, la película se sostiene por sus momentos de aguda reflexión —pon especial atención al dialogo entre Sam y “El compositor”, te pondrá la piel chinita—. También destacan sus decenas de referencias a la cultura pop, muy al estilo de Ready Player One pero más sutiles, oscuras y clavadas. Y si eso ya es suficiente para que tengas los ojos muy abiertos, te advertimos que tendrás que hacer un esfuerzo extra con tu vista para hallar las autorreferencias de la cinta. Lo vale.

Veredicto

Sin llegar a los niveles de It Follows, David Robert Mitchell reafirma con su nueva cinta que es un director al cual debemos seguir. Una alternativa a la estridencia de los blockbusters, y también una cinta que requiere más de una visita.

Por Anaid ramírez

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