La diez reglas de Cine para llevar a tu mamá al cine

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Es mayo y hay que consentir a nuestras cabecitas de algodón, a las autoras de nuestros días, a nuestras progenitoras. Sucede que ellas creen que mandan en todos lados y es nuestro deber como buenos hijos mostrarles que no es así. De nada.

Por: César Hernández.

 

  1. Procura llevar a tu propia madre al cine, no a la de alguien más. Es más sano no meterse con las mamás ajenas.

  2. Lleva suéter, no importa si es la canícula de agosto.

  3. Deja a mamá elegir la película, al salir dirá que no le gustó pero no será tu culpa. (Lo será).

  4. Evita las películas de acción o de suspenso. Si tu mamá es como la mía va a gritar “¡pendejo!” a la pantalla o “¡Atrás de ti, atrás de ti! ¡Corre!”. Y la neta qué oso.

  5. El VIP no te conviene por tres cosas: los sillones son demasiado cómodos y se dormirá toda la película; si pide de cenar se dormirá toda la película, si bebe alcohol no dejará de hablar durante toda la película.

     

  6. Prepárate para las quejas tipo “Para ver comerciales me quedo en mi casa”, además de que estaba muy fría la sala, muy viejas las palomitas y muy caro todo.

  7. Procura evitar los géneros “puros muertos”, “con chichis”, “de leperadas” o “no le entendí porque las letras las hacen cada vez más chiquitas”.

  8. Sabemos que las lágrimas de una madre son dagas en nuestro corazón pero las pelis de llorar son garantía. Tu mami va platicarla todo el año pero si la vuelve a ver no la recordará sino hasta más allá de la mitad.

  9. Si llevas a más de una mamá al cine procura llevar uno o dos hijos por madre para tratar de mantenerlas bajo control. Muchas madres juntas pueden hacerse amigas y fundar una sociedad alternativa o un culto matriarcal.

  10. Es muy importante llevar a mami al cine en una hora en la que no haya tanta gente; o bueno, no tanta gente conocida. Recuerda, negar a la mamá es una cosa muy fea. Muy fea.