Reseña de Extremely Wicked, Shockingly Evil And Vile

Extremely Wicked, Shockingly Evil And Vile o Ted Bundy: durmiendo con el asesino, llega a las salas de cine.

 

Director: Joe Berlinger

Actúan: Lily Collins, Zac Efron, Angela Sarafyan

Duración: 110 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

 

Sinopsis

Es 1970, en Seattle, y Liz Kloepfer (Collins) es una madre soltera que cree haber encontrado al hombre de sus sueños en un bar. Ese hombre, Ted Bundy (Efron), resulta ser el asesino serial más famoso de Estados Unidos.

 

Es un casting muy adulador poner a Zac Efron en el papel de Ted Bundy, el asesino serial que mató cuando menos a 30 mujeres en los 70.

Bundy no tenía esa apariencia de ídolo juvenil ni el físico de un luchador olímpico.

Pero la manita de gato se hizo con un objetivo: exagerar el aterrador carisma que tenía Bundy y que le permitió seducir tanto a sus víctimas como a los medios cuando su caso llegó a juicio.

Es una elección creativa brillante, pues establece el tono para una cinta que a veces es demasiado ligera para su propio bien, pero siempre intrigantemente extraña.

El director Joe Berlinger —quien también estuvo al frente de la serie documental de Netflix Conversations With A Killer: The Ted Bundy Tapes— construyó este recuento de Bundy no tanto en sus asesinatos sino en su relación con su novia, Liz Kloepfer (Lily Collins).

Liz, una madre soltera que conoce a Bundy en un bar, no puede decidir si el hombre que está condenada a amar es un monstruo o una víctima de acusaciones falsas, o por qué nunca la lastimó a ella. La verdad es más difícil de negar conforme se acumulan las acusaciones contra Bundy a lo largo de los años. Collins tiene el papel menos jugoso de los dos principales, y se apaga gradualmente conforme se da cuenta de que le dio su corazón al peor hombre posible.

Para Efron, esta es la oportunidad de alejar su imagen de las comedias y los musicales. Interpreta a su Bundy en el nivel preciso, como si siempre estuviera tras una pantalla de cristal de la prisión, nunca conectado con la persona frente a él. Y pasa por las escenas de la corte como niño precoz a punto de un berrinche (casi siempre Ted se representó a sí mismo a lo largo de sus juicios). Es el mejor trabajo que ha hecho.

Berlinger elige mostrar poco de la violencia de Bundy. Esto es comprensible porque las horribles violaciones y asesinatos descritos en los juicios no le quedarían al tono casi alegre que eligió.

Por lo tanto resulta una biopic de peso ligero —si es que la podemos llamar así, considerando que no vemos nada de Bundy antes de que conozca a Liz—.

Pudo tener una mejor perspectiva para evitar sentirse como un montón de ideas que no se exploran por completo, no hace un examen completo de Bundy ni Liz, el nacimiento del crimen como entretenimiento no es cuestionado del todo y las víctimas son notas al margen, al igual que la investigación.

Sin embargo, tiene buen ritmo y sólo un mal director podría hacer que la historia de Bundy no resultara cautivadora. Aunque seguramente saldrás de la película comentando la interpretación de Efron, en lugar de algo sorpresivo de lo que te hayas enterado en ella sobre el asesino serial más famoso de Estados Unidos.

Veredicto

Efron juega con su imagen, pero sabe cuáno subirle a su poder de estrella. Quizá sea apropiado que la película se vuelva plana cuando él, interpretando a un asesino que amaba los reflectores, sale de cuadro.

Por Olly Richards

También debes leer: Checa cómo se ve Zac Efron como asesino serial en su nueva película