Cold Pursuit, el ejército de un sólo hombre de Liam Neeson
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Se estrena Cold Pursuit (Venganza), la acertada adaptación de la película noruega Kraftidioten.
Director: Hans Petter Moland
Actúan: Liam Neeson, Laura Dern, Tom Bateman, Emmy Rossum, Willian Forsythe
Duración: 118 minutos
★ ★ ★ ★ ☆
Sinopsis
Cuando su hijo muere a manos de narcotraficantes, el conductor de quitanieves y ‘Ciudadano Del Año’ Nels Coxman (Neeson) comienza a cazar a los asesinos. La cuenta de muertes aumenta y el rastro lo lleva al cerebro criminal El Vikingo (Bateman), cuyo nombre verdadero es Trevor.
Por su breve descripción, probablemente pienses que ya viste Cold Pursuit. Eso de que Liam Neeson derrote a narcotraficantes bien vestidos para vengar la muerte de su hijo es una premisa que se sentía desgastada ya en 2009.
Pero el remake del director noruego Hans Petter Moland de su propio thriller In Order Of Disappearance alcanza todas las notas de un thriller de venganza de Neeson —el Gran Liam le dispara a un maleante con un rifle de francotirador recortado, en una tienda para novias, salpicando los vestidos blancos de sangre— pero también tiene interés en las peculiaridades de los personajes y una extravagancia negra que la separa de las demás.
Sin embargo, no todo funciona, especialmente al iniciar la segunda mitad, aunque se divierte mucho con el género criminal de una manera tipo Grosse Pointe Blank.
Si quieres una película de Liam Neeson como ejército de un hombre, Cold Pursuit te lo da en general. Cuando le dicen que su hijo murió debido a una sobredosis de heroína, el conductor de quitanieves Nels Coxman (su nombre se convierte en chiste después) no lo cree y comienza a investigar desde abajo, a partir de traficantes de poca monta para encontrar a los asesinos de su hijo.
Como en el filme noruego original, Moland muestra a los muertos con una tarjeta con su nombre y un gráfico. La violencia pasa de oscuramente cómica a francamente brutal (disparos a la cara) sin romper el hechizo ni el drama.
Pero sabes que no estás viendo una típica película de Liam Neeson desde que empieza con una cita de Oscar Wilde: “Algunos provocan alegría a donde quiera que van; otros cuando se van”. Aunque el ingenio resume a Coxman, también aplica para los demás personajes.
Lo mejor de Cold Pursuit es su negativa total a tratar a sus personajes como tropa de película. Los gángster se enfrentan con bolas de nieve antes de un tiroteo, los policías (Rossum, John Doman) discuten sobre relaciones pasadas y dos asesinos podrían estar enamorándose entre sí.
Pero el mejor de todos es el capo del narco tipo Christian Grey a quien llaman El Vikingo (Tom Bateman). Compartiendo la custodia de su hijo, se encarga de la nutrición del chico, le dice que golpee a los bulis y lo reprende por no leer Lord Of The Flies (“Todo lo que necesitas saber está en ese libro”). A excepción de la esposa de Coxman (una desperdiciada Laura Dern), Cold Pursuit invierte en su gente y es mejor por ello.
Ocasionalmente, Moland se enamora de más de sus personajes secundarios, como cuando su foco en la batalla entre el equipo del Vikingo y un sindicato de nativos americanos deja de lado la misión de Coxman, disipando el momento; no obstante, se redime con un acto final de una relación entre amigos que le pone un poco de calidez a un mundo muy, muy frío. Es una nota sorpresiva en una película llena de ellas.
Veredicto
Un giro típicamente taciturno de Neeson rodeado de un elenco colorido, humor y una falta de respeto total por los estereotipos cinematográficos. Un poco exagerada, quizá, pero merece aplausos por no seguir el camino de Taken.
Por Ian Freer
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